Refugio de Vida Silvestre Cuero y Salado.
A solo 27 Km. al oeste de la ciudad puerto de La Ceiba, entre el Río Cuero & Salado, en la Costa Caribeña, se localiza el refugio de vida silvestre Cuero y Salado. La reserva cuenta con un área de 132.25 hectáreas que comprende dos ecosistemas muy ricos en biodiversidad como lo son el bosque húmedo tropical y el bosque de manglar. Fue designada como área protegida en 1986 para la protección de especies amenaza como lo es el Manatí, también la necesidad de proteger algunos de los humedales de la costa. Una gran parte de la Costa Norte de Honduras estuvo cubierta por humedales similares. Pero muchos de estas áreas de humedales de mangle han sido convertidos en áreas de pastar o para plantaciones, transformando Honduras apresuradamente y de manera descontrolada debido a la deforestación, con el incremento del desarrollo costero, crecimiento de la población y desarrollo no sostenible.
Quince de los ríos que se originan en la Montaña de Nombre de Dios alimentan el refugio. El mangle es una planta que a través del tiempo a logrado adaptarse a condiciones extremas de humedad y salinidad. Esta planta es capaz de sobrevivir en aguas salobres cargadas de material orgánico que ocasionan escasez de oxígeno, a través del desarrollo de raíces aéreas o zancos que poseen pequeños poros respiratorios que le ayudan a la planta a compensar de manera directa la falta de oxígeno en el suelo. Su corteza es capaz de producir un fuerte tanino natural (de valioso uso industrial) por lo que las aguas de un ecosistema de manglar se ven siempre oscuras.
Los bosques de Mangle son comunidades arbóreas que corresponden asociaciones edáficas secas y húmedas, debido a inundaciones cíclicas de aguas salinas o salobres ocasionadas por las mareas o por el rompimiento de las barreras naturales (bancos de arena) que se forman en la desembocadura de ríos o lagunas, en el mar. Estas densas barreras arbóreas que se desarrollan a lo largo de las costas, le brindan a las áreas naturales y/agrícolas que se encuentran en tierra adentro, protección contra el viento y las inundaciones.
Quince de los ríos que se originan en la Montaña de Nombre de Dios alimentan el refugio. El mangle es una planta que a través del tiempo a logrado adaptarse a condiciones extremas de humedad y salinidad. Esta planta es capaz de sobrevivir en aguas salobres cargadas de material orgánico que ocasionan escasez de oxígeno, a través del desarrollo de raíces aéreas o zancos que poseen pequeños poros respiratorios que le ayudan a la planta a compensar de manera directa la falta de oxígeno en el suelo. Su corteza es capaz de producir un fuerte tanino natural (de valioso uso industrial) por lo que las aguas de un ecosistema de manglar se ven siempre oscuras.
Los bosques de Mangle son comunidades arbóreas que corresponden asociaciones edáficas secas y húmedas, debido a inundaciones cíclicas de aguas salinas o salobres ocasionadas por las mareas o por el rompimiento de las barreras naturales (bancos de arena) que se forman en la desembocadura de ríos o lagunas, en el mar. Estas densas barreras arbóreas que se desarrollan a lo largo de las costas, le brindan a las áreas naturales y/agrícolas que se encuentran en tierra adentro, protección contra el viento y las inundaciones.
El refugio es también hogar de muchas otras especies de animales, algunos pueden ser observados fácilmente como ser: el mono aullador y el mono cara blanca, son regularmente vistos colgando de los árboles mientras se observan otras especies con mucha paciencia y con un poco de suerte. Algunas de las especies encontradas en esta área son los manatí, mono aullador, mono cara blanca, jaguares, ocelotes, oso hormiguero, iguanas, tortugas de mar y de río, cocodrilos, caimanes y una amplia diversidad de peces.
Las principal fauna en peligro de extinción es el manatí, y dos especies de caimán, Crocodylus Acutus y Caimán Sclerops Fuscus. Estas especies se encuentran en peligro debido a que son cazadas para alimento y por su piel. El refugio es una gran ayuda para la población local de estas especies establecidas en esta área.El refugio incluye áreas de humedales donde predominan especies como The Zapatón (Pachira Acuática) , Santa Maria (Calophllum Brasiliense) , Sangre (Virola Koschyn y La Palma (Roystonea Dunlapiana). Estas especies son endémicas en la región, debido a que ellas son usadas localmente para la construcción de diferentes necesidades.
Las zonas de canales y ríos, están dominados por ares de manglares. Principalmente Mangle Rojo (Rhizophora Mangle) el cual esta desapareciendo rápidamente en Honduras. Por muchos años su corteza ha sido usada para curtir pieles, también su madera es apreciada para la construcción y como leña.
La reserva y sus alrededores cuenta con muchos cocoteros y árboles de frutas tropicales los cuales fueron originalmente plantados por la Standard Fruit Company (los originales propietarios de la reserva). Algunos de estos árboles son todavía usados para la producción de frutas. Estos árboles son de gran importancia para la fauna del parque, especialmente para las aves, ya que les proporciona una muy buena base alimenticia. Cuero y Salado puede ser visitado fácilmente en un viaje diario desde La Ceiba. El centro de visitantes esta equipado con los servicios básicos, dos cabañas en las que se pueden alojar 4 personas. Usted necesita traer su propia agua y comida. Existen unos senderos que están disponibles para visitar el refugio. Disponen de guías locales que pueden ser de mucha utilidad debido a sus conocimientos sobre la flora y fauna del refugio. Los manglares solo pueden ser observados desde un bote. El parque ofrece dos horas de excursión guiada en botes hacia los maglares. Aquí usted observara lo mejor de los maglares, la ventaja de un bote es que usted puede arrastrarse silenciosamente (con el motor apagado), esta es la experiencia perfecta de los sonidos de los manglares, y notar el gran cambio al escuchar los ecos de los animales y las aves. Localizado a unos pocos pasos desde el centro de visitantes se encuentra una bonita playa, perfecta para nadar y relajarse. El acceso al refugio es fácil y ahora divertido. Desde la entrada del parque hay 9 kilómetros hasta el centro de visitantes, que pueden ser caminados fácilmente siguiendo la línea del ferrocarril. O seria más divertido realizar el recorrido en una burra, un carro de línea ferrocarrilera impulsado por hombres.
Hacer una visita a este santuario de la flora y fauna hondureña es algo que el turista no debe dejar de hacer. El viaje es sumamente emocionante y lleno de sorpresas, avistamientos de cualquier tipo de animal salvaje son casi garantizados en cualquiera de los senderos que usted escoja para hacer su recorrido. Tendrá la oportunidad de adentrarse en selvas y manglares y tener encuentros cercanos con todo tipo de fauna silvestre.